Un poco de conceptos...

Mientras el horóscopo clásico se calcula a partir del calendario solar, de manera muy distinta, el chino se calcula a partir del calendario lunar chino. Cada uno de los siglos de dicho calendario esta compuesto de sesenta años y cada uno de esos siglos está dividido en cinco ciclos de doce. Así, en el horoscopo chino existen doce signos distintos, cada uno referido a un determinado año. La forma de saber a qué signo ha de corresponder cada persona está determinada por el año de su nacimiento. Cada uno de los signos del mismo ha de decir algo al respecto de la persona a que corresponde. Los signos son; a saber: Rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo.

Los profundo conocimientos que el horóscopo chino conlleva han venido a aparecer a la luz de la humanidad a partir de el antiquísimo estudio astrológico de la china primitiva. Tan antigua es esta forma de conocimiento, que en realidad nadie puede decir en qué época tubo su génesis. Cuando la dinastía Xia (la primera de las dinastías mitológicas chinas) apareció como un intento de unificación a nivel político, ya hacia muchísimo tiempo que los conocimientos chinos al respecto del cielo estaban sumamente avanzados. Antes incluso que el confucianismo (que fue el sistema de pensamiento clásico a lo largo de la historia de la china imperial); el origen de los conocimientos astrológicos de esta civilización se pierden a un pasado insondablemente oscuro.

Ahora bien; más allá de las cuestiones históricas, ¿por qué utiliza el horóscopo chino el calendario lunar en vez del calendario solar? La respuesta, aunque para nada rebuscada, implica un poco de conocimiento sobre las características tradicionales del pueblo chino. El mismo ha estado, desde siempre, mayoritariamente abocado a la agricultura. Halamos de una población incontable de la cual, en casi todas las épocas, más del setenta por ciento encontraba su sustento en el trabajo de la tierra. El calendario lunar chino, y de ahí el horoscopo, está relacionado, precisamente, con el conocimiento de los distintos ciclos de la agricultura; cuándo sembrar, cuándo cosechar. Ese calendario es una de las herramientas más avanzadas con que contó la prehistoria china; se trata de una forma de saber qué esperar de la naturaleza.

Pero no es solo la luna la que da forma y complejidad al interesante horoscopo chino. En él están, asimismo, incluidas también todas las filosofías que la china ha desarrollado al respecto de los cinco elementos; aire, tierra, agua, fuego y metal . Cada uno de los doce signos ha de venir a complementarse con cada uno de estos cinco elementos, detallando así, aún más, el conocimiento que de cada una de las personas el horóscopo aporta.

Asimismo, no podía ser de otra manera, la filosofía dualista del ying y el yang viene a ser, también, una parte integral de este horoscopo. Y decimos que “no podía ser de otra manera” porque esta es la filosofía más clásica de todas cuantas posee china. Es la idea de que todo cuanto existe en el universo está compuesto por esencias opuestas en permanente tensión; el día y la noche, la luz y la sombra, el macho y la hembra, el bien y el mal. Nada escapa a esta realidad dual. La única forma de encontrar paz y felicidad en la vida es logrando equilibrar el ying y el yang. Esta filosofía se hace presente en el horóscopo en tanto la última esencia de éste es ayudar a los individuos a conocerse a sí mismos. Se trata de que cada quien, mediante el perfecto conocimiento de las esencias que lo componen, logré encontrar el equilibrio y, así, entonces, también el bienestar.

Por lo que hace a las posibilidades de este horoscopo al respecto de predecir el futuro de las personas, ya hemos dicho lo justo en artículos anteriores. Lo repetimos escuetamente: La única posibilidad que tiene cualquier conocimiento de decir el futuro es aprendiendo a conocer al alma del sujeto en cuestión. El destino lo va haciendo cada uno; solo se trata de tener las herramientas que nos permitan tomar las decisiones adecuadas en los momentos adecuados. Esas herramientas serán las que nos permitan conocernos mejor a nosotros mismos, nada más.

Si bien no cabe ninguna duda de que el horóscopo chino está aquí, en occidente, absolutamente rezagado al conocimiento de los signos del zodiaco, cierto es que la cantidad de sus adeptos crece considerablemente día a día. Se trata de una forma de conocimiento milenaria, que sin dudas podrá ser muy esclarecedora para aquellos que, con la mente muy abierta y dispuestos a aprender cosas nuevas, se acerquen a ella.
No existe conocimiento más relevante para la vida que aquél que cada uno de nosotros logra tener sobre sí mismo. Se trata de ampliar la conciencia y derrotar definitivamente a los miedos que nos encarcelan. El horoscopo chino es una de los caminos de sabiduría más antiguos y profundos que ha concebido la historia humana. Su esencia es la del auto-conocimiento.

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